Los perros no necesitan palabras para comunicarse; su lenguaje es un arte silencioso lleno de gestos y señales que muchas veces pasan desapercibidos para nosotros. Una de las herramientas más importantes en su repertorio son las señales de calma, un lenguaje universal entre perros que utilizan para evitar conflictos, calmarse a sí mismos o tranquilizar a quienes los rodean. Si entendemos este lenguaje, podemos mejorar nuestra relación con ellos y prevenir problemas de comportamiento.
¿Qué son las señales de calma?
Las señales de calma son movimientos o posturas que los perros usan para comunicarse en situaciones de estrés o tensión. Son una forma de decir: «No quiero problemas, todo está bien». Este lenguaje natural les permite mantener la armonía tanto con otros perros como con nosotros.
Algunas señales de calma comunes
Aquí te dejamos una lista de las señales más frecuentes que puedes observar en tu perro:
1. Bostezar: No siempre es signo de sueño; un bostezo puede significar que tu perro está tratando de calmarse a sí mismo en una situación estresante.
2. Lamerse la nariz: Un movimiento rápido que aparece cuando algo le resulta incómodo o tenso.
3. Apartar la mirada: Girar la cabeza o no mirar directamente es una forma de evitar confrontaciones.
4. Moverse despacio: Cuando tu perro ralentiza sus movimientos, puede estar indicando que no representa una amenaza.
5. Olisquear el suelo: Esto no siempre significa que esté interesado en un olor; a veces lo hacen para desviar la atención o calmarse.
6. Sentarse o tumbarse: Una postura relajada puede ser su manera de intentar apaciguar una situación.
¿Cómo puedes responder?
Si ves que tu perro está utilizando señales de calma, respóndele con paciencia. Aquí hay algunos consejos:
No lo fuerces a interactuar si no quiere.
Dale espacio si notas que se siente incómodo.
Haz que el entorno sea lo más tranquilo y predecible posible.
El error más común de los humanos
A menudo, ignoramos estas señales o, peor aún, las malinterpretamos. Por ejemplo, si un perro se lame la nariz al regañarlo, no significa que no te esté escuchando, sino que está intentando calmarse. Si no aprendemos a interpretar su lenguaje, podemos crear más estrés del necesario.
Un libro que todo dueño debería leer
Para profundizar en este fascinante tema, «Señales de calma» de Turid Rugaas es una lectura obligatoria. Esta obra es sencilla, clara y está basada en años de observación canina. Turid Rugaas nos enseña cómo interpretar y respetar estas señales, lo que puede transformar nuestra relación con nuestros perros. Si realmente amas a tu peludo, este libro debería estar en tu estantería.
Un vínculo más fuerte gracias al entendimiento
Aprender a leer las señales de calma de tu perro no solo mejorará la convivencia, sino que también reforzará el vínculo entre ambos. Ellos siempre intentan comunicarse con nosotros, ¿no es justo que hagamos el esfuerzo de entenderlos?
Recuerda que los perros son más felices y equilibrados cuando se sienten comprendidos. La próxima vez que veas a tu perro bostezar o apartar la mirada, míralo desde otra perspectiva: está hablando contigo.